lunes, 26 de mayo de 2008

¿Qué es escribir bien y cómo se logra?

Siempre me pregunte cómo escribir bien, y debo aclarar, para todos aquellos lectores a los cuales llegue esta reflexión ¿Qué significa, a mi criterio, escribir bien?
Creo que alguien que escribe bien no lo hace sólo cuando escribe sin faltas de ortografía, ni manteniendo la coherencia y cohesión del texto. Sino cuando se logra atrapar al lector e insertarlo dentro del mismo. Un texto es bueno cuando el lector, al terminar la página, continúa pensando y reflexionando sobre lo que leyó. Por supuesto, eso no es nada fácil de lograr. Sucede que muchas veces, un escritor inexperto, como podemos ser nosotros, estudiantes de comunicación, no logra el objetivo deseado y termina por aburrir a su lector, obviamente el ejercicio de la escritura es lo único que nos garantiza la solución de este inconveniente.
Por otro lado, nosotros mismos, caemos muchas veces en el error de sólo mirar la estructura del texto y centrarnos en que sea coherente, ni le falten puntos ni coma, y mucho menos que tenga faltas de ortografía. Sin tener en cuenta la importancia y el poder que adquirimos escribiendo sobre algún tema.
Creo que el taller de escritura se basa justamente en eso, en aprehender y aprender a manejar nuestro texto y a decir lo que realmente queremos y como lo queremos. Creo que el hecho de mantener una escritura constante en el taller me sirvió para agilizar mi escritura y mejorarla. Por otro lado, considero que la propuesta de escribir un diario de escritor es interesante para plasmar en él las dificultades que se nos presentan día a día y poder comprobar la evolución de nuestros trabajos, a medida que pasa el tiempo.
También, es importante tomar conciencia sobre la utilización de un blog, ya que así como puede ser la puerta de entrada hacia un futuro exitoso, también puede convertirse en un cuarto oscuro y sin salida.
El blog nos abre la puerta a un mundo que hasta hace pocos años estaba privado para la mayoría de los estudiantes de comunicación. Uno no podía acceder a un medio muy fácilmente, por consiguiente no tenia los medios para poder expresar sus opiniones y mostrar su mirada del mundo. Actualmente el blog lo permite ya que cualquiera de nosotros, como ya lo hemos comprobado, puede tener un blog y poner ahí las cosas que considere importantes para sí. El blog, a pesar de ser una de la herramientas mas importantes que se han inventado en los últimos años, también implica una gran responsabilidad, ya que nuestros trabajos dejan de ser “personales e íntimos” para convertirse en públicos, motivo por el cual, a la hora de publicarlos debemos ser conscientes de lo que hacemos, como lo hacemos y por qué, ya que nunca sabemos cuando puede ser descubierto por alguna mirada curiosa y completamente desconocida por nosotros y llevarnos al estrellato o impulsar una caída vertiginosa hacia la eterna oscuridad.

Noelia Santolini

Análisis de la crónica de Belén Rosato

La crónica de Belén Rosato desde el comienzo me sumerge en un ambiente que yo desconocida, el recorrido que hace a través de los pasillos del hospital. Luego nos interna en una sala de recreación y comienza a interactuar con sus participante, entrelazando sus historias con las características propias de la enfermedad, para terminar con una breve entrevista a un medico oncólogo especializado en pacientes pediátricos. En el inicio del relato, la escritora nos guía por el hospital, logra una buena descripción del lugar, las personas y sus impresiones personales,
“Es la primera vez en mis casi 22 años que me acercaba al Hospital Pedro Elizalde. Mientras llegaba a la entrada pude observar un edificio grande, viejo, con algunas modificaciones más recientes, dividido en pabellones.
Ya en la puerta era incesante el ir y venir de chicos de todas las edades, acompañados por mayores que considero deberían ser sus padres o familiares. En la mesa de entrada pregunto por el servicio de oncología pediátrica y luego de varias indicaciones, me informan donde quedaba. Le agradezco a la señora por su amabilidad y me voy lo más rápido posible a conocer el lugar”
Creo que es una crónica que abarca plenamente el tema de la leucemia en los niños y que no deja ningún dato librado al azar, eso me parece una buena estrategia por parte de la cronista, debido a que dicho problema es desconocido por la mayoría de las personas. Por otro lado, la estructura no es lineal, sino más bien desordenada, aunque logra articular todos los datos, es una apuesta interesante que logra reflejar las angustias de los pacientes y sus familias.

Noelia Santolini

jueves, 22 de mayo de 2008

MEMORIA, Refugio de la vida y de la historia

“El lector descubrirá cierta pasión escondida en los trabajos que se relacionan con los duros tiempos que ha sufrido el país. Que no suponga, sin embargo, que la pasión ha contenido el afán de objetividad que me mueve cuando procuro entender algo que ha ocurrido a mi alrededor. Desearía haber logrado un prudente equilibrio entre la pasión y la objetividad y más aún, desearía que ese equilibrio dejara intacto el interés que puedan suscitar los temas de la realidad argentina” (José Luis Romero, En Iglesia y Dictadura. Buenos Aires, 1999. Editorial La página S.A)

Las imágenes siguen inmóviles, guardadas en el recuerdo de cada uno de nosotros, yo, recorro por ultima vez ese espacio, ese espacio lleno de angustia, dolor, injusticia, y esperanza. Sin embargo, esas caras duras, esos pañuelos blancos, tal vez nunca se enteren de que estuve allí, compartiendo en una porción muy pequeña su dolor y su angustia.
Al darle la espalda, sabía que esa sería la ultima vez que la vería en la Universidad, luego sería llevada por nuevos caminos, para que otros tantos como yo la observaran. Esos rostros parecían de pronto mirarme, esos pañuelos siempre pulcros y relucientes por fuera, en realidad esconden manchas imborrables, manchas que la dictadura les ha dejado, como cicatrices que aún con correr del tiempo siguen allí, esperando ser borradas.
Esas mujeres y hombres parecían despedirse, mirarme y despedirse, y pedirme que no olvidara, ¿Cómo voy a olvidarme? ¿Cómo voy a olvidar esos rostros, llenos de dolor, de rabia, de desconcierto?, Llenos tristeza.
Esta historia se caracteriza por no tener una pizca de color, ya que lo que muestra no es del todo agradable. Se pueden ver, eso sí, toda la escala de grises, desde el negro más profundo hasta el blanco más luminoso, pero todo gris, no más que gris.
Pero esto no es una foto de los años ’20, esto es “Imágenes para la memoria”.
De regreso a mi casa no pude evitar recordar las palabras de Mabel Coutada acerca de la misma, o los ojos brillosos y penetrantes de Agostina viendo absorta cómo los medios de comunicación se prestaron al juego que la dictadura les invitaba a jugar, o la voz quebrada de Alejandra al descubrir que había mas centros clandestinos de los que ella pensaba.

La voz de la conciencia

Sobre el piso terracota de la Universidad, se extienden grandes paneles de dos metros de alto que invitan a hacer un recorrido a través de la historia. Pero como todos sabemos, la historia guarda secretos y verdades muy dolorosas que pujan por salir a la luz, y esto es lo que revela la muestra Imágenes para la memoria. Organizada y producida por la Asociación Civil Memoria Abierta, que esta integrada por organismos defensores de los derechos humanos, y Madres de Plaza de Mayo, entre otros. La exhibición recoge videos, fotos, cartas de gente detenida, escritos que sí pudieron escapar los muros de los centros clandestinos y llegar a sus familiares, pedidos de información y respuestas burocráticas de militares y religiosos. La muestra, que ha sido inaugurada durante el 30 aniversario del último golpe militar, transita desde los años previos al último golpe de Estado, pasando por la tortura, la desaparición y matanza de miles de argentinos, la transición democrática con el presidente Raúl Alfonsín, el Juicio a las Juntas, los posteriores indultos, hasta llegar a la anulación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, la reapertura de los juicios a militares, y la esperanza de que finalmente haya justicia y se pueda cerrar de una vez por todas, un período atroz y cruento de la historia Argentina.
El pasillo me dirige a una oficina toda vidriada, que permite ver el interior de la misma, sobre la puerta un enorme cartel que dice Box 33 Departamento de Cultura. Toda la oficina derrama cultura, sobre las grandes ventanas de vidrio hay carteles superpuestos presentando próximas actividades culturales, al entrar me esperaba una mujer de unos 50 años, ella es Mabel Coutada, directora del Departamento de Cultura de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ). Durante la década del ’70 fue una de las tantas militantes que se levantó contra el régimen establecido, y a pesar de que las circunstancias del destino la llevaron a ser una sobreviviente de aquella época, tiene dos hermanas y un sobrino desaparecidos.
Tal vez por eso, decidió que la muestra debería transitar por los pasillos de la Universidad. Sus palabras fueron claras, “creo que todos tienen derecho a enterarse de lo que sucedió. La mínima responsabilidad que tiene nuestra generación, la generación de los ’70 y los adultos que estamos como docentes, cumpliendo un rol de formadores, es trabajar abriendo estos espacios de reflexión con la gente que no vivió esa época, para que eso se discuta, se lea, se busquen y encuentren distintas miradas.
Hoy, después de ese encuentro recuerdo sus palabras, recuerdo que me dijo que todos tienen derecho a enterarse de lo que pasó y que esa historia debe mantenerse presente en el recuerdo y en la memoria, porque busca la verdad y la justicia.

El tour de la memoria


Me decido a comenzar el recorrido, hasta ese momento jamás le había prestado la atención que se merecía, me sentía afortunada de que la UNQ, sea la primera Universidad pública donde se presentaba. Y recordé las palabras de Mabel que me explicaban que esta muestra al ser itinerante ha estado en muchos lugares, como en el Teatro San Martín, en Posadas (Misiones), en el Palacio San Martín (Buenos Aires), , en la Parroquia Santa Cruz (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), en el Espacio Casa de la Cultura (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), en Pretoria (Sudáfrica), en Santa Rosa (La Pampa)
Y pronto comprendí a que sé debía el interés de la misma, esos grandes paneles que te reciben en el ágora de la Universidad no parecen indiferentes ante la mirada expectante del público. A cada instante parecía escuchar la voz de Mabel en mi oído, como si estuviese a mi lado, sin embargo la había dejado en su oficina luego de una cordial conversación, aunque sus palabras estaban presentes, “creo que esta es una muestra que impacta, porque tiene fotografías muy grandes -los paneles son paneles de dos metros-, es una muestra fuerte a la que nadie puede permanecer indiferente”, y es verdad, es una muestra a la que nadie puede permanecer indiferente. Nadie puede pasar por al lado de ella sin dejar de mirarla, aunque sea una foto. En ese momento recordé a Nicolás, desconforme con la poca interacción de la Universidad y con la falta de participación del público con la misma, “Me pareció que era una muestra ya armada, que no daba lugar a la participación de los estudiantes en ella”, me comentará luego en la charla que tendremos.
Sin embargo, no hay que dejar de resaltar la importancia que tiene la misma, refresca nuestras memorias.

El país del recuerdo


Llego, continuando el recorrido que unas fechas amarillas sobre el piso me
invitan a seguir, a un lugar clave de la muestra, es un gran mapa del país, rodeado de paneles con cartas, en todos los tamaños, colores, letras y estilos.
Me acerco a una chica que parecía estar esperándome, es Alejandra Cajal, de unos veinti tantos años. Nos saludamos amistosamente, y sin que le pregunte nada me dice con la vos muy efervescente
-: ¿Viste esto?, Señalándome el mapa de nuestro país, donde nos encontramos paradas.
Inevitablemente nuestros pies no pueden escapar a esos puntitos rojos marcados en él, no hay forma de eludirlos, ante la escapatoria de ellos, inevitablemente caemos en pisar otros. Esos puntos rojos no nos marcan las capitales de las provincias, como muestran habitualmente los mapas con división política; tampoco los destinos turísticos de cada provincia. Nos muestran destinos, sí, pero no los que nos imaginamos. En realidad nos revelan algo un poco más escalofriante, los 340 centros clandestinos que hubo durante la época que comprendió el periodo de 1976 hasta el regreso de la democracia en 1983.
Alejandra me comenta que no sabía que había tantos centros, mirando concentrada cada punto, cada detalle del mapa. “yo pensé que había en Buenos Aires y en alguna que otra provincia, no sabía que había en todo el país”. Le pregunte si le había gustado de la muestra y qué le había parecido; yo le dije que me había gustado la parte de las cartas, que se encontraban junto al mapa y que me había parecido una apuesta importante por parte de la Universidad; me contestó que estaba buena, que le había gustado en general, pero que no había mucha información sobre quien la había hecho, pero que le gustaba igualmente porque mostraba datos reveladores sobre la historia. “Yo esto no lo vi en ningún lado, señalándome el mapa”. En todo momento me habló sin mirarme, estaba perdida en el mapa, observando cada detalle, cada punto, mirando cada carta, leyendo, releyendo y volviendo a leer. Celular en mano, iba tomando fotos, fotos y más fotos, como queriendo archivar en la memoria de su celular, todo, cada detalle, para no permitirse olvidar nada, porque de eso se trata... de no olvidar.

Buenos alumnos


Frente a la entrada del comedor, al sudeste de la rosa de los vientos que hay en el ágora, Agostina me habla de corrido, impaciente, sin puntos ni comas, como para que nada se le escape de la memoria, para que nada le quede por decirme. Me habla de los medios, de las revistas y los diarios; todo aquello que estamos viendo en el panel dedicado a eso donde estamos paradas.
Minutos antes de nuestro encuentro llegaría a ese lugar, un panel dedicado pura y exclusivamente a los medios de comunicación. Tras ver eso me replantearía muchas cosas acerca de la profesión que elegí, “la manipulación y ocultamiento de información es algo que no me tengo que permitir cuando sea periodista”, me decía a mi misma.
Quedo inmóvil viendo cada fotografía, cada tapa de diarios y revistas, a lo lejos veo que una chica se acerca a mi, y se sonríe al darse cuenta que soy yo,
¿Que haces acá, no habías visto esto? Me dijo
Sí, le contesté sorprendida por su pregunta, lo que pasa es que no le había prestado atención en mucho detalle
Es Agostina, una compañera, tiene unos ojos verdes penetrantes, el color rubio dorado de su pelo, logra ser un contrate fascinante frente a esas fotos grises y apagadas de la historia. Fotos que revelan una verdad insospechable. Tiene veintidós años y una convicción y espíritu muy contagiosos.
“Espero que cuando me reciba no tenga que hacer esto, yo no estudio para mentirle a la gente”. Señalándome las tapas de diarios y revistas que enseña la campaña de manipulación que hubo durante esa época.
“Mirá quien viene” desde lejos se ve la figura de un hombre flaco, mas o menos alto con unos rulos inconfundibles, es Nicolás, nos saluda fraternalmente, y de pronto comienza a hablarnos sin parar, “A mi mucho no me gustó la muestra, porque no se habló de Julio López, me parece que lo tendrían que haber incluido, además no vi nada revelador, todo esto ya lo conocía. Tampoco se le dio el espacio para participar a los estudiantes, en vez de poner esos videos que nadie ve, podrían haber armado charlas debate, para que los interesados den su opinión sobre la muestra”. Al ver nuestras caras de desconcierto, nos dijo “Ojo, que no estoy en contra, me parece bueno que se exponga esto, pero tal vez le falto un poco más”.A pesar de no estar demasiado de acuerdo con él, supe al instante que se había tomado el tiempo para recorrerla, y eso era lo más importante.
La muestra despierta pasiones, encuentros y desencuentros, acuerdos y desacuerdos, pero hay algo que es inevitable... no involucrarse con ella.

El final del recorrido

De todas las frases que he escuchado acerca de aquella época y de conservar la memoria, la que siempre me ha resonado es “todo esta guardado en la memoria”.
La tarde se ha desvanecido en el horizonte, la luna ya ser ha asomado y las luces artificiales se han encendido.
Mañana al regresar, la muestra ya habrá desaparecido, la indiferencia de los estudiantes volverá a su estado natural, ya no habrá nada que observar, todo quedará vacío, vacío de historias, relatos, y de verdades. Sin embargo, su desaparición será solo física, ya que todo esta guardado en la memoria

Noelia Santolini

Reflexión del género

Según Wikipedia una crónica es obra literaria que narra hechos históricos en un orden cronológico, sus hechos se refieren en orden temporal que se define como una historia escrita por testigos presénciales y en donde se observan el orden de los acontecimientos en el tiempo, también se puede escribir en primera persona”. Sin embargo, ni Wikipedia ni ningún texto nos enseña a escribir crónicas, la crónica es un género en el que confluyen todos los sentimientos de los personajes que en ella participan.
Me gusta pensar que la crónica es un cuento, un cuento que relata hechos de la vida real, no fantasías, como pueden ser Blancanieves o La Cenicienta. Si no hechos que ocurrieron, historias que nos rodean. Como la crónica de Walsh, Operación Masacre, en la que se animó a denunciar los atropellos cometidos por el gobierno de Facto. O la de Carolina Reymúndez, Operación jaja, en la que se interna en el mundo de la tele para observar a esa clase marginada, llamada “reidores o clac”.
Como dice Tom Wolfe, el padre del Nuevo Periodismo, "Lo primero que tendría que hacer un novelista para ser mejor escritor es salir a la calle. Siempre es más interesante lo que pasa por fuera de la vida del novelista que sus propios traumas internos".
Creo que el cronista debe recorrer un largo camino hasta llegar a la crónica final, no solo investigar, sino saber que investigar y como resolver el problema del papel en blanco. Ya que ante tanta información uno puede perder el hilo de lo que desea contar y terminar haciendo una monografía sobre el tema investigado.
La crónica nos traslada a otro lugar, como en Alicia en el país de las maravillas, cuando ella se duerme y se traslada a un mundo fantástico. La crónica es igual, a través de sus líneas nos traslada al lugar exacto donde esta ocurriendo la historia. Nos convierte en testigos privilegiados del suceso que allí se relata.
“Me gusta pensar en la crónica periodística como un pedazo de mundo construido. Un mundo geográfico en el sentido más amplio de territorialidad: informativo, sensorial, literario, personal. En una crónica se debería poder disfrutar de la lectura, no solo por la necesidad de la información sino por el gusto de asomarse a ese mundo. Por eso, se busca un lenguaje distinto del que vemos en el periodismo diario, y se habla del cruce del género entre el periodismo y la literatura. En una crónica, la vida no es blanca o negra, los matices importan”, esto lo plantea Carolina Reymúndez, en el texto “La Argentina Crónica”, creo que es la opinión más acertada que encuentro de lo que significa una crónica.
El trabajo del periodista se basa en la investigación y la buena escritura, sin duda para que un crónica sea considerada como tal debe valerse de una buena escritura, debe haber descripciones, relatos, historia, personajes; Debe ser la vida misma plasmad en un pedazo de papel “una crónica periodística es una historia. Pero es una historia que condensa y resume un momento y un lugar. Es un catalizador, un aleph, en algún punto (…) las historias están allí para ser contadas. Cuanto más humanas y menos periodísticas sean, mejor contarán la vida y los de devenires de las personas”
La crónica se basa en tomar los pequeños momentos de la vida de las personas, lo pequeños sucesos son los que muestran la realidad de los hechos. Las cosas simples son las que nos muestran la realidad, “el cronista mira, piensa, conecta para encontrar lo que merece ser contado. Y trata de descubrir a su vez en ese hecho lo común: lo que puede sintetizar el mundo. La pequeña historia que puede contar tantas. La gota que es el prisma de otras tantas”
Sin embargo, no se puede caer en pensar que escribir una crónica es sólo adornar con palabras bonitas un texto, todo lo contrario, para poder lograr que la crónica es necesario de un intenso trabajo de campo, como dice Kapuscinski “ hay que investigar, y observar hasta conocer con profundidad la cultura que se pretende abordar, y leer todo lo que este al alcance y más también, antes de ponerse a pensar de qué forma esos datos serán volcados sobre la computadora o el papel (…) conviene conocer lo mas posible lo que se aunque se vaya a contar poco.” O Maria Moreno “la crónica exige una profunda investigación y compromiso con le tema y además porque si fuerza no está en ninguna denuncia sino en como esta escrita”.
En síntesis, la crónica es el espejo de Blancanieves, espejo que nos muestra la realidad de los hechos que nos rodean

Noelia Santolini

Borrados de la Crónica

Las imágenes siguen inmóviles, guardadas en el recuerdo de cada uno de nosotros, yo, recorro por ultima vez ese espacio, ese espacio lleno de angustia, dolor, injusticia, y esperanza. Sin embargo, esas caras duras, esos pañuelos blancos, tal vez nunca se enteren de que estuve allí, compartiendo en una porción muy pequeña su dolor y su angustia.
Al darle la espalda, sabía que esa sería la última vez que la vería en la Universidad, luego sería llevada por otros caminos, para que otros tantos como yo, la observaran. Esos rostros parecían de pronto mirarme, como despidiéndose, esos pañuelos siempre pulcros y relucientes por fuera, en realidad esconden manchas imborrables, manchas que la dictadura les ha dejado, como cicatrices que aún con correr del tiempo siguen allí, esperando ser borradas.
Esas mujeres y hombres parecían despedirse, mirarme y despedirse, y pedirme que no olvidara, ¿Cómo voy a olvidarme? ¿Cómo voy a olvidar esos rostros, llenos de dolor, de rabia, de desconcierto?, Llenos tristeza.
De pronto veo a una estudiante que mira con los ojos brillosos a punto de estallar en lágrimas, una foto, es la de Claudia Poblete, una beba que fue apropiada por la dictadura luego de desaparecer a sus padres.
Me acerco y le pregunto qué le pasa, me dice que no puede creer, que le causa impotencia esa imágen, por lo que le hicieron a ella y a sus padres. Es una persona que jamás he visto, pero al instante supe que sentíamos lo mismo. Es que todos al verla sienten lo mismo, uno no puede permanecer indiferente ante esos rostros, antes esas fotos, ni ante ese mapa, que muestra cada uno de los cientos de centros que hubo en la Argentina, ni puede permanecer indiferente antes esas cartas de familiares.
Claudia Poblete, fue al igual que otros tantos bebes, apropiada por la dictadura militar, luego de que sus padres fueran asesinados y pasen a ocupar un lugar en la lista de los 30.000 desaparecidos durante esa época.
Los niños robados o que las madres parían en los centros de detención fueron inscriptos como hijos propios por muchos miembros de la represión, vendidos o abandonados en institutos.
El último golpe de estado que sufrió la Argentina, autodenominado "Proceso de Reorganización Nacional ", comenzó el 24 de marzo de 1976, cuando Isabel Martínez de Perón (presidenta de la Nacion, tras haber asumido luego de la muerte de su marido y compañero de formula en las ultimas elecciones, Juan Domingo Perón) fue derrocada por la junta de Comandantes, que posteriormente, asumió el poder. La misma estaba integrada por el Teniente General Jorge Rafael Videla (quien ocuparía el cargo de Presidente de la Nación), el Almirante Eduardo Emilio Massera y el Brigadier General Orlando R. Agosti. Ese día comenzó la época más oscura del país, que duraría hasta el año 1983, cuando retornaría la democracia.
Vuelvo a esos, ojos, esos ojos profundos e inocentes, por un segundo me pierdo en ellos, son los ojos de Claudia Poblete, que se conservan inocentes en esa foto. Sin embargo, retorno a la realidad, y ya esa chica desconocida no se encuentra junto a mí, tal vez la vuelva a cruzar en otras circunstancias, pero difícilmente volvamos a compartir esa mística que ambas sentimos en ese momento.
Sigo recorriendo la muestra y me encuentro con una compañera de curso, Alejandra, y le pregunto qué les pareció la muestra, “mira, la verdad no la pude ver con mucho detalle pero lo poco que estoy viendo me interesa, esto es impresionante”, me dice señalando la parte del mapa. Estamos en el corazón de la muestra, lugar donde confluye toda la verdad de esa época, nos encontramos paradas sobre un mapa del país, lo curioso del mismo es que se encuentra rodeado por paneles llenos de cartas, cartas de familiares, hijos, padres, abuelos, abuelas, madres, nietos,
Alejandra, me dice que lo que más le ha sorprendido de todo es el mapa, “este mapa es impresionante, yo no sabía que había tantos centros clandestinos en el país, me imaginaba que había menos”.
Durante la época de la dictadura hubo cientos de centros clandestinos de detención y torturas. En estos “laboratorios del horror” se detenía, se torturaba y se asesinaba a personas. Existieron 340 en todo el territorio. Locales civiles, dependencias policiales o de las propias fuerzas armadas, fueron acondicionados para funcionar cómo centros clandestinos. Ser secuestrado o "chupado", según la jerga represora, significaba ser fusilado o ser arrojado al río desde un avión o helicóptero.

Este trabajo inicial, era lo que yo tenia pensado utilizar de crónica, obviamente le faltaban muchos datos, como los de la muestra. Sin embargo, no estaba conforme con ello, es por eso que decidí comenzar desde cero con la misma, y dividirla por bloques para que sea más ordenada, y también para poder ordenar bien los datos, y que el público lector entienda el objetivo de dicha escritura. A pesar de que este inicio de crónica quedó en el olvido como un simple borrador, creo que si hubiese seguido por ese camino, no hubiera llegado a nada, o si la hubiera terminado, nadie la hubiera entendido. Espero que la nueva crónica sí se entienda.

Noelia Santolini

Análisis de La Argentina crónica

En el en libro La Argentina Crónica, confluyen distinta y muy variados trabajos. Cada autor aporta su estilo a la hora de escribir y relatar los hechos que vivieron. Cuando el compilador del libro dio las razones por las cuales publico este libro explicó que “este libro pretende ofrecer una muestra de las mejores piezas del genero que se produce hoy en la Argentina. Se trata de catorce crónicas cuyo eje temático es la Argentina, publicadas entre 1997 y 2007, que lejos de un ensayo sociológico piensan y retratan al país a través de múltiples miradas”.
Carolina Reymúndez se interno en el mágico mundo de la tele para descubrir quienes son y como llegaron los reidores, allí esos bichos raros que lo único que pretenden es que algún productor los descubra y los traslade al mundo de las luces y las cámaras, al mundo de la fama. Por otro lado, Cristian Alarcón, se meterá en la vida de Margarita Di Tullio para saber como vive esta madama de prostíbulos y que hay de cierto y de mentira con relación al caso José Luis Cabezas. Leila Guerriero, hará un recorrido a través de la historia para conocer la fantástica y dramática historia de los poblete, una historia larga y con muchos sobresaltos.
Ahora bien, a la hora de analizar las estructuras de las crónicas podemos referirnos a tres trabajos en particular, estos son; Skinheads antifascistas: el lado rojo de la fuerza; En campaña con Duhalde y Ortega, y Las hermanas satánicas
En la primera de este trío de crónicas, se nota que el periodista hizo una arduo trabajo de muchos meses con estas personas, él mismo lo aclara en su crónica. La estructura de la misma no es cronológica, el escritor va aportando los datos según las situaciones, comienza explicando el encuentro con dos skinheads, para luego remontarse al pasado y explicar la historia del movimiento desde sus inicios en Jamaica. La crónica se centra en mostrar la vida e ideología de esta tribu urbana, y el por qué de los ataques a los “nazis”.
Esta es una crónica bastante extensa, pero que concentra muchos aspectos del movimiento “skin”. El autor le dedicará gran parte del trabajo a describir cada situación, pero más que eso describirá a cada uno de los personajes con los que él interactuó; los describe tan perfectamente, que nosotros podríamos reconocerlos en la calle si los viéramos.
La crónica va y viene en el tiempo, de repente habla de los inicios de la tribu urbana, para luego saltar al presente, donde se encuentra con el grupo tomado una cerveza en el supermercado chino. Creo que esta estrategia de presentar asi el texto, el autor la pudo lograr luego de un intenso trabajo de escritura e investigación, ya que si bien la estructura no es cronológica, cada dato encaja perfectamente en cada lugar, como si fuera un rompecabezas.
La crónica titulada En campaña con Duhalde y Ortega, es puramente lineal, describe el viaje de regreso desde la Quiaca a Retiro, Buenos aires. La crónica relata el viaje que realizan ambos candidatos, en el Tren de la Esperanza, durante la época de campaña de las elecciones nacionales. El trabajo es breve, pero logra condensar en dos páginas la historia que duró miles de kilómetros. Luego de relatar el viaje, el periodista terminará la nota con una breve entrevista a ambos candidatos, en la que les preguntará por las drogas, sus vidas sexuales y la política.
En todo momento el escritor deja mostrar su subjetividad al respecto, fundamentalmente al final de la crónica donde formula una conclusión respecto del viaje y la campaña, “ Hay mas de setenta micros contratados para recibir al Tren de la Esperanza en la estación Retiro. La gente viene de los alrededores, comiendo lo9s mismos sánguches que se servían en el tren y tomando vino aún más barato. A nadie le interesa la locomotora. Tampoco, como a los chicos del norte, lo que dicen los candidatos. De cualquier forma, rematan cada frase golpeando los bombos con brazos gordos, y se ríen porque la vida es así: un espectáculo ruidoso y sin sentido, una mordida con sabor a nada. En cualquier momento debería largarse la tormenta”
Por último, la crónica “Las Hermanas satánicas”, es un reportaje exhaustivo con Gabriela Vásquez, testigo y sobreviviente de la tragedia. Aunque en un principio fue internada en un hospital neuro psiquiátrico, junto a su hermana, asesina de su padre.
La crónica no es lineal, al igual que la de los skinheads, se remonta al pasado para aclarar ciertos aspectos de la vida de la familia Vásquez. Un ejemplo de ello es cuando el escritor se remonta al pasado y explica que Juan Carlos Vásquez nació producto de una violación. El escritor recreará todo la juventud de Juan Carlos, cómo crió a sus dos hijas, que pasó con la madre de ellas, cómo llegó a Buenos Aires, hasta su trágico final.
A lo largo de toda la crónica se mantendrá el relato de Gabriela, ella será la voz en la historia, salvo algunas interrupciones y pausas del autor, la crónica será un monólogo casi constante de dicha protagonista. Las descripciones de los lugares y de los cambios de humor de la protagonista marcarán el ritmo del diálogo. Finalmente escucharemos de la boca de la protagonista lo sucedido durante las horas previas al asesinato, y su vida dentro del neuro psiquiátrico donde fue trasladada junto a su hermana luego de la tragedia. Gabriela terminará confesando no saber lo que pasó ese día con su hermana.
Creo que el autor elige esta forma de terminar la crónica de modo que seamos nosotros los encargados de sacar las conclusiones, “Gabriela nunca mas podrá ver a su hermana como antes, como si nada hubiese pasado. ‘ Nadie conoce a Silvina mejor que yo. Es cierto que vivíamos peleando pero yo la quiero. Cunado nos despedimos, ese día, me abrazó bien fuerte. Me pidió perdón. Sin embargo, no sé, la sigo viendo como aquella mañana. No le termino de creer. Hubo un crac en mi hermana. Algo que permanece… que todavía no se fue’”
Estos tres trabajos, por demás diferentes, revelan la heterogeneidad del género conocido como no-ficción. Cada autor según su estilo y su visión del mundo, capturó historia y las encerró en este “hibrido” caratulado como crónica.

Noelia Santolini

La Argentina crónica

Operación Ja Ja
Un día en la vida de Pepita la pistolera
El caso poblete. La fuerza del cariño

A pesar de que las tres son crónicas, a mi modo de parecer tienen mas diferencias que similitudes.
Si comenzamos considerando la primera crónica que se nos presenta cuando abrimos el libro Operación ja ja, podremos fácilmente comprender que la autora intento reflejar la cordialidad y fraternidad que tuvieron los integrantes de la Clac con ella. Además debemos tener en cuenta que el tema del que habla la crónica es de por si un tema frívolo, que no demanda demasiada seriedad, considerando que la situación ocurre en un canal de TV, en el que se esta grabando un capítulo de “La Peluquería de los Mateos”.En esta crónica también se puede fácilmente identificar una multiplicidad de voces, con las cuales la periodista se entrevista. A pesar de su extensión logra captar al atención de los lectores, porque reconstruye la situación que ella sintió y la transforma en un suceso mas divertido.
En “Operación Ja ja”, la autora busca desentrañar el “detrás de escena” de los reidores, ¿Qué se esconde tras esas grandes y pronunciadas sonrisas?. Para ello, comienza relatando su entrada al canal describiendo su encuentro inicial con los guardias de seguridad, que le sirve de contraste para lo que luego va a relatar;
“Los empleados de seguridad no se ríen. Por lo menos, los de Canal 9, Buenos Aires, Argentina. Son tres y para dejarme pasar hacen llamados, verifican, revisan, anotan. Mientras tanto miran de reojo ‘Policías en acción’, en Reality TV. Después de todo, trabajan en televisión y aprendieron que los minutos valen”
La autora va enlazando un dialogo con otro, un personaje con otro, y a su vez, relata la vida de cada uno de ellos. Describe cada detalle, como si los conociera de toda la vida, al indagar sobre estas cuestiones, la autora se encontrara con personajes mas que curiosos, una ex vedette de Sofovich; la madre de un productor técnico electrónico, que por azar del destino comenzó a trabajar en la TV; un hombre que al salir de este particular trabajo es la persona mas seria del mundo y jamás se ríe.
La segunda crónica titulada “Un día en la vida de Pepita la pistolera” relata toda la “aventura diaria” de Margarita Di Tullio, madama de prostíbulos marplatenses y sospechosa de haber estado involucrada en el asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas.
La estructura de la crónica es netamente cronológica, comienza por relatar el encuentro matutino del periodista y la entrevistada, con una breve pero más que importante interrupción del padre de la misma. Interrupción que la hará remontarse a su niñez y a sus primeros pasos en la delincuencia. Este hecho aislado nos ayudará a comprender el resto de la historia. La crónica, es el testimonio de Margarita Di Tullio, que explica su versión del los hechos y defiende a toda costa su inocencia.
La crónica “el caso Poblete. La fuerza del cariño” relata toda la historia de la familia Poblete, desde el comienzo de su desgracia hasta el regreso de la esperanza. Esta es una crónica de denuncia, donde se relatan las atrocidades de la dictadura militar.
La crónica presenta una estructura complicada, no es cronológica, va y viene en la historia. Avanza para crear intrigas, y retrocede para retomar datos necesarios y aclaratorios.
“El 10 de septiembre de 1971, en el living de su casa a Buscarita Imperi Navarro Roa se le volcó, entera, una botella de aceite, y ella no supo que hacer, más que las cruces (…) Volcar una sola gota de aceite fuera de la cocina, reza la superstición, puede traer meses de mala suerte. Y a ella, supersticiosa, se le había volcado una botella. De todos modos, no dijo nada. Limpió el charco y esperó”.
En esta crónica confluyen varias historias; la de Claudia Poblete, nieta recuperada 29 años después de que fuera apropiada por la dictadura militar; la de Busacarita, abuela de Claudia, y al igual que su nieta, hermana recuperada; y la historia de los padres de Claudia, desaparecidos por su espíritu de lucha de los años ’70. Esta crónica habla de encuentros y desencuentros, pero sobre todo arroja un manto de esperanza sobre la recuperación de personas, y sobre las vueltas del destino.

Noelia Santolini

Análisis de las crónicas Misiones

En esta crónica Martín Caparrós se interna en la tierra de Misiones para mostrarnos como se cultiva la yerba mate. La misma es corta comparada con otras, pero de gran poder descriptivo. La crónica no mantiene un orden cronológico, sino que el escritor se remonta al pasado para describir situaciones que se relacionan directamente con el presente de la historia.
Comienza por describir el tedio del viaje que lo lleva a la provincia; sin embargo, luego hace un salto en el relato para presentar un monólogo de la historia del mate y de lo que significa actualmente tomar mate para el argentino. Luego se remonta a los inicios de la historia para explicar cómo se dieron las primeras cosechas de dicha yerba.
La historia va y viene en la historia, del viaje, la dificultad ante la lluvia y conseguir un lugar donde dormir se remonta al siglo XIX y explica los orígenes de esta costumbre y la utilidad que se le daba a dicha yerba.
En todo momento Caparrós nos pinta el paisaje de Misiones, esa tierra mítica respecto al cultivo de yerba mate, y de cómo es la vida de los pobladores allí. A lo largo de toda la crónica Caparrós se va cruzando con personajes que le describirán lo que es la vida en Misiones y lo que significa el cultivo de yerba mate para ellos.
La construcción de los diálogos no es algo que el autor deje librado al azar. Él rescribe la manera de hablar de los aldeanos, a imágen y semejanza,
-Se ve que usté no es de por acá.
Me dice un hombre de boina hasta las cejas y bombachos viejos, gastados.
-¿Por qué, tengo mucha pinta de gringo?
-No, acá gringos hay muchos. Pero tiene el coche con tierra oscura, todavía no se le ha prendido la tierra colorada.
Por algo Martín Caparrós es considerado uno de los cronistas mas importantes. Su modo de describir cada objeto, persona o circunstancia es incomparable con cualquier otro escritor. Su escritura particular nos conduce en un viaje directo al lugar donde se encuentra. Parece describir cada segundo de tiempo en el que está, para tal vez dejarnos ver con lujos de detalle el momento vivido.
Para él, “La crónica es una mezcla, en proporciones tornadizas, de mirada y escritura. Mirar es central para el cronista –mirar en el sentido fuerte. Mirar y ver se han confundido, ya pocos saben cual es cual. Pero entre ver y mirar hay una diferencia radical. (...) Mirar es la búsqueda, la actitud consciente y voluntaria de tratar de aprehender lo que hay alrededor- y de aprender. Para el cronista mirar con toda la fuerza posible es decisivo. Es decisivo adoptar la actitud del cazador

Noelia Santolini

Análisis de las crónicas Música para camaleones / Una adorable criatura

En ambos casos Truman Capote relata sus crónicas como una entrevista. No se centra en hacer grandes descripciones o narraciones del lugar, sino que deja hablar al entrevistado.
En Música para camaleones comienza el relato con una descripción breve del lugar donde se encuentra, pero siempre interactuando con la entrevistada, una mujer aristócrata de unos setenta años de la ciudad de Martiníca. En este dialogo el entrevistador va enlazando un tema con otro, logra que el dialogo sea fluido, va de los camaleones a los fantasmas, de los fantasmas a la belleza de las personas, y así con todos los temas.
- La Martiníca es la única isla del caribe que no esta atormentada por los mosquitos, y nadie puede explicárselo.
- Quizás se los traguen todas las mariposas nocturnas
se ríe
- O los fantasmas.
- -No. Creo que los fantasmas preferirían las mariposas.
- Si, las mariposas nocturnas quizás sean mas alimento fantasmal. Si yo fuera un fantasma hambriento, preferiría comer cualquier cosa antes que mosquitos. ¿Quiere usted mas hielo en su vaso?, ¿Ajenjo?
- Ajenjo. Es algo que no podemos conseguir en mi país. Ni siquiera en Nueva Orleáns.
- -Mi abuela paterna era de Nueva Orleáns.
Sin embargo, hay dos temas claves en la crónica, uno es la muerte de un amigo del entrevistador, que se va a reiterar en varios pasajes de la crónica. Otro, un espejo negro perteneciente a Gauguen. Ambos temas terminarán por enlazarse, en una hipnosis total por parte del entrevistador, que se pierde en la profundidades del espejo.
-Ya me acuerdo. Le robaron y lo mataron a golpes. Fue horroroso. Una tragedia impresionante.
-Un trágico accidente
El espejo negro se burla de mí. ¿Por qué has dicho eso? No fue un accidente.
Nuevamente, decide terminar con la misma imágen con la que comenzó su relato, los camaleones.
“Al levantar los ojos del demoníaco brillo del espejo, noto que mi anfitriona se ha retirado momentáneamente de la terraza y ha entrado en su salón umbrío. Resuena un acorde de piano, y otro. Madame esta jugando con el mismo son. En seguida se reúnen los amantes de la música, camaleones escarlatas, verdes, espliego, un auditorio que, alineado en el suelo de terracota de la terraza, se asemeja a una extraña adaptación escrita de notas musicales. Un mosaico mozartiano”
En Una adorable criatura, Capote entrevista a la mítica estrella de Hollywood, Marilyn Monroe. En un primer momento, decide describir las circunstancias que lo llevaron al encuentro. La muerte de su profesora de arte dramático de la estrella, la Sra. Collier. Durante toda la primera mitad de la nota, se dedicará a hacer una biografía exhaustiva acerca de dicha mujer, y su relación con Marilyn, para luego adentrarse en la entrevista.
El autor muestra las debilidad3es y bipolaridades de la estrella, como pasa del llanto a la risa en un santiamén.
Es una entrevista amena, que muestra la relación de dos viejos conocidos que se juntan a tomar Champagne. Esto se nota en la estructura de los diálogos que entablan.
La estructura de la entrevista es cronológica, relata los sucesos de ambos desde su encuentro en el funeral, hasta su despedida en el muelle South Street.
Creo que Capote no se esfuerza en mostrar los detalles más oscuros en sus trabajos, sino que se dedica a mostrar la cotidianeidad de sus relatos.
“Me coloqué en el centro del escenario y empecé a reconstruir, de una manera severa y mínima, conversaciones cotidianas con personas comunes: el encargado de mi edificio, una masajista en el gimnasio, un viejo compañero de escuela, mi dentista. Después de escribir cientos de páginas sencillas, llegué a conseguir un estilo. Había descubierto un marco dentro del cual podía asimilar todo lo que sabía del arte de escribir”

Noelia Santolini

Análisis de la crónica Kimonos en la tierra roja

En esta crónica Walsh trabaja mucho con las descripciones de los lugares, creo que esta estrategia de escritura logra insertarnos a lo largo del relato en el lugar donde están ocurriendo los hechos, la forma de describir los lugares, olores, y colores nos pintan un cuadro multicolor donde se figuran los sentimientos, decepciones y esperanzas de las personas que emigraron hacia Misiones, buscando la tierra prometida.
“Sobre la tierra roja que se abre muy cerca en perspectivas de selva, las muchachas bailan vestidas con el kimono y el obi multicolores y toca­das con grandes sombreros de paja. El tiempo, el sol y el agua han propiciado la cosecha que las conmovidas voces agradecen al cielo en su canto, mientras las manos miman el movimiento de sembrar.
Las campesinas que en la media luz del crepúsculo reviven las an­tiguas invocaciones mágicas se llaman Yashiko Takeichi, Aíko Kanmuse, Sachiko Kawamura, Yoshiko Kotó, pero sobre el fondo de la fotogra­fía que registra su danza, se recorta sombrío en el cielo un lapacho.
Porque esto no es Japón. Esto es Misiones”
Rodolfo Walsh comienza por contar el final del recorrido como forma de “enganchar” al lector para conocer por qué su investigación terminó de esa forma.
“Cuando Pablo Alonso y yo nos vamos esa tarde de Colonia Lu­jan, llevamos la pena de no quedar más tiempo con esa gente maravi­llosa y desdichada. Y en los lugares más imprevistos me asalta la me­lodía del kono ionó haná, desgarrando la tarde; me sonrío con la seriedad imperturbable del niño Sinichi; o dialogo sin palabras posi­bles con la viejita Yatsuda que perdida quién sabe en qué brumas de separación y congoja cose sus paquetes para irse”
La estructura de la crónica se presenta por bloques, bloques que marcan el recorrido por los lugares donde dejó su huella, esta forma de organizar el texto es mas ordenada, logra que el lector se centre en cada bloque y logre entender el por qué de cada relato.
Comienza por describir como esta comunidad de unas 90 familias llegó a la fascinante y salvadora tierra de Misiones. Luego continúa su relato describiendo las familias y las personas a la que visitó, el fracaso de sus cosechas y el arrepentimiento de haber emigrado.
El autor no deja ningún detalle echado al azar, la estructura cronológica de la misma, es un detalle que tampoco se le escapó. Comienza por el final, pero luego de una breve introducción, nos guiará por una camino lineal y perfectamente cronológico, desde su primer vista la casa de Sadehiro Yamato, pasando por la abandonada casa de la vieja Yatsuda, hasta la escuela. Sin embargo, tras cada bloque el escritor se remonta a las vidas y promesas incumplidas de todos ellos. El autor logra con este texto recrear la vida de estos habitantes de ojos rasgados y atuendos coloridos. A su vez logra hacernos sentir la de desesperanza que ellos sienten. Es un autor que a través de sus descripciones logra no sólo capturar la atención del lector, sino también atraparlo en el relato.
Como dice Piglia en su texto “Walsh y el lugar de la verdad”, “Este conjunto de prácticas y estrategias de escritura que se combinan para formar la obra múltiple y única de Rodolfo Walsh. El relato policial, el panfleto, el ensayo, la historia, la denuncia, el testimonio político, la autobiografía, el periodismo, la ficción: todos estos registros se unen sostenidos por una escritura que sabe modular los ritmos y matices de la lengua nacional. Walsh era capaza de escribir en todos los estilos y su prosa es uno de los grandes momentos de la literatura argentina contemporánea”

Noelia Santolini

Estar allí

La antropología y la crónica son completamente idénticas, como si fueran gemelas, sin embargo, como todos los gemelos, por muy iguales que parezcan siempre hay algo que los diferencia. En este caso, la forma de confeccionar el texto final.
Por un lado, tenemos la crónica, esa extraña mezcla entre el género periodístico y la literatura. En ella se presentan casos reales, investigaciones o tesis, pero con la característica de estar relatados narrativamente, esta estrategia de escritura logra acercarse aún más al lector. Amar Sánchez establece que “los relatos de no-ficción no son simplemente transcripciones de hechos más a menos significativos, por el contrario plantean una cantidad de problemas teóricos debido a la peculiar relación que establecen entre lo real y la ficción, entre lo testimonial y su construcción narrativa. Tiene como premisa básica el uso de un material que debe ser respetado (…) los textos ponen en escena una versión con su lógica interna, no son una ‘repetición’ de lo real sino que constituyen otra realidad regida por las leyes propias con la que cuestionan la credibilidad de otras versiones”.
Es más fácil que quede grabado en nuestra memoria una novela de García Márquez, que la noticia de Clarín del día domingo, al respecto Amar Sánchez plantea que “el contacto con los medios masivos convierte a los textos en ‘sospechosos’, a la vez que el acercamiento a formas artísticas más ‘elevadas’ complica su ubicación”.
En cambio, la investigación del antropólogo debe presentarse sin “adornos” discursivos, Clifford Geertz sostiene que “los buenos textos antropológicos deben ser planos y faltos de toda pretensión. No deben invitar al atento examen critico literario, ni merecerlo”. Los textos antropológicos deben ser más distantes ante la mirada del público, es por ello que este a su vez es más selecto, debido a que la complejidad del trabajo no permite que la masa lectora entienda la terminología.
Geertz plantea que “lo que un buen etnógrafo debe hacer es ir a los sitios, volver con información sobre la gente que vive allí, y poner dicha información a disposición de la comunidad profesional de un modo práctico, en vez de vagar por las bibliotecas reflexionando sobre cuestiones literarias”.
A pesar de esta marcada diferencia, ambos trabajos, el del antropólogo y el del cronista son muy similares, ambos necesitan de una investigación exhaustiva sobre el tema que van a tratar para después poder realizar sus trabajos exitosamente, aunque los caminos que tomen a la hora de confeccionarlos sean diferentes

Noelia Santolini

El relato de los hechos

Ana Maria Amar Sánchez propone todas las características que un texto no-ficcional debe tener para ser llamado de esa manera. Ella empieza por establecer que un texto no-ficcional plantea problemas teóricos, aunque no son una repetición de lo real, sino que construyen el relato a través de las herramientas del género narrativo.
Debido a esta particularidad, muchos críticos, fundamentalmente de EE.UU. (donde es llamado ‘Nuevo Periodismo’), lo consideran un sistema en constante desequilibrio entre lo periodístico y lo narrativo, “Ven el género como una forma ambigua, mezcla de ficción y testimonio, y lo definen como un hibrido, producto de cruce en el que los procedimientos literarios ‘mejoran’ la condición inicial del material”
Sin embargo, la crónica excluye lo ficticio, trabaja con material real, con noticias investigaciones y hechos que realmente ocurrieron. Al respecto la autora plantea que “el texto de no-ficción es una versión que enfrenta otras versiones de los mismos hechos, solo que trabaja sin omitir testimonios, grabaciones y discursos que las otras silencian. Es una versión diferente que para constituirse narrativiza, ya sea por el modo de disponer el material como por la reconstrucción de los diálogos, la descripción de los ‘personajes’, el sistema secuencial, y se arriesga, incluso a aceptar supuestos”
A pesar de que este género es muy utilizado en el ámbito periodístico, trata por todas las formas de separarse de él, de diferenciarse de una noticia o una entrevista, debido a que actualmente, los medios de comunicación, se encuentran muy desprestigiados por no ser totalmente objetivos y transparentes, “lejos de contribuir a la alineación y manipulación que se le atribuye a los medios masivos, parece oponerse a ellas en la medida en que subvierte el conjunto de convenciones que lo sostienen”.
Por otro lado, la no-ficción no quiere asemejarse a la masividad que caracterizan a los mass media, “si en los medios se trata de construir un sistema de estrategias que produzca un ‘efecto de verdad’, lo creíble, la no-ficción, por el contrario, cuestiona permanentemente todo intento de lectura ‘consumista’”.

Noelia Santolini

viernes, 16 de mayo de 2008

Entrelineas Sexta Parte

Uno de los inconvenientes que me surgió a la hora de ponerme a escribir la crónica, fue que cantidad de información para poner, información histórica, ya que la crónica se va a tratar sobre la muestra “imágenes para la memoria” dedicada a la época de la dictadura.
Tengo mucha información que me parece importante y necesaria de poner, ya que el lector de mi trabajo puede no conocer sobre esa época, y me parece relevante no dejar cabos sueltos en mi trabajo. Sin embargo, no quiero que mi análisis se corra del eje que realmente interesa, y del cual quiero hablar en mi crónica, que es la importancia que los alumnos le dieron a la misma.
No se como resolver este tema, pero tampoco quiero tomar el camino fácil de dividirlo en bloques, quiero que mi texto sea todo uno, sin subtítulos. Igualmente eso se verá cuando la crónica este finalizada, si logré mi objetivo tendré un texto de corrido; si no lo logré, tendré un texto separado en bloques.

Noelia Santolini

Entrelineas Quinta Parte

No todo era tan fácil como lo imaginaba, al enfrentarme a la hoja en blanco, descubrí, que a pesar de tener tanta información recopilada, no sabia por donde empezar, como comenzar con la crónica, ¿por el final, como lo hizo walsh en Kimonos en la tierra roja? o ¿hacerla mas cronología, al estilo de Pepita la pistolera?, no sabia como organizar la información, como hacer para que todo eso se convirtiera en una crónica.
Pero tenia claro una cosa, no sabia como iba a hacerlos, pero quería que mi crónica tuviera una entrada narrativa, como la que explica Ulibarri en el texto Idea y vida de un reportaje, quería que mi lector se sintiera atraído, con el relato, que sirviera de gancho para que se parara unos segundos a leer lo que yo, una simple estudiante, había escrito.
Después seguiría el cuerpo de la entrevista, ¿Cómo hacerlos?, ¿por bloques?, ¿de corrido?, ¿por contrapuntos? ¿Cronológicamente?, en eso si me surgió una gran dificultad, porque yo quería que mi crónica tuviera la estructura de Operación jaja, pero también me interesaba el trabajo que había hecho walsh en Kimonos en la tierra roja. Lo que si estaba segura es que no quería que fuera como la crónica de Truman Capote Música para camaleones, esa crónica no me gusto demasiado, tal vez por la estructura o por el tema quizás, pero no fue una de mis favoritas.
Por ahora solo se que tengo la información que necesitaba para comenzar mi crónica, pero realmente me esta costando un poco comenzar a escribirla.

Noelia Santolini

Entrelineas Cuarta Parte

La entrevista ya ha sido entregada, pero ¿que hacer ahora?, tanta información, tantas cosas que decir de la muestra, tanta historia viva pidiendo ser contada, ¿que hacer?, ¿que hacer?.
En principio había pensado en hacer una crónica centrándome en le relato de Mabel coutada, como había sido su vida durante aquella época, me parecía interesante porque sabía que sus hermanas estaban desaparecidas. Sin embargo, pronto descubrí que el tema era muy delicado y personal, y que era innecesario poner en semejante aprieto a la persona que tan amablemente me había brindado una entrevista. Entonces desistí de la idea.
Pero me había quedado sin tema, entonces pensé que seria bueno conocer un poco más la importancia de la muestra en la universidad, y decidí comenzar a hacer entrevistas, principalmente entreviste a mis compañeros, a los chicos que habían pasado por la muestra.
Entonces el tema ya estaba elegido, ¿Qué interés le prestaron los alumnos a la muestra durante su estadía en la Universidad?
Ahora solo queda recopilar la información y ver que sale.

Noelia Santolini

martes, 13 de mayo de 2008

Cuando la historia perdió al maestro

De espaldas a mi, quedaron ellos, mirándondome, despidiéndome, agradecidos por haber pasado, esos lentes con el vidrio roto, pronto partirían, sería el último día de la muestra en la Universidad, al otro día al regresar me encontraría con un hall vacío, desolado.
Todo volvía a la normalidad, la indiferencia de los estudiantes volvía a su estado natural, ya no había nada que observar, todo había quedado vacío, vacío de historias, relatos que contar y de verdades, pero lleno de intrigas y con la satisfacción de haber podido disfrutarlo.
Al entrar todo estaba igual que siempre, el guardia que parece estar siempre enojado, como molesto con su trabajo. El rectorado, esa estructura que representa el gobierno de la Universidad y que permanece frió y desinteresado ante las miradas expectantes de los estudiantes. El monumento a los desparecidos durante la dictadura, una especie de banco que invita a sentarse para no olvidar lo ocurrido en aquella época. El centro de estudiantes, siempre abarrotado de chicos, desde la puerta casi puede oírse el griterío que proviene de ese lugar, finalmente luego de un largo recorrido por esas callecita interna, me enfrento a la puerta de la Universidad, al llegar, luego de una jornada de arduo trabajo, algo capturó mi atención. Una gran placa donde se relejaban unos enormes lentes, lentes por cierto inconfundibles, lentes que me miraban. Encima de esa imagen dos palabras que sintetizaban todo “ese hombre”. Al verla, descubrí de quien se trataba, no podía ser otra persona que no fuera Rodolfo Walsh, al acercarme a ese laberinto que me invitaba a recorrerlo, mis sospechas fueron confirmadas. De pronto me encontré con una enorme foto de “ese hombre”, una foto que parecía mirarme fijamente, su rostro siempre tranquilo y cálido no parecía revelar la personalidad combativa de este.
Los lentes, rasgo fundamental de su caracterización, parecían quererme mostrar algo, funcionaban como una lupa para un detective, como si tuviesen la necesidad de revelar todos sus secretos, ¿Qué se esconde detrás de Rodolfo Walsh?
Rodolfo Walsh nació en Choele-Choel, provincia de Río Negro, en 1927. Sin duda se puede decir que se ha convertido en el escritor más importante de la Argentina, en lo que respecta al género no ficcional.
La muestra titulada “la sublevación de la palabra” refleja cuatro aspectos de la vida de Walsh: el militante; el escritor, el hombre y el periodista. Estos están acompañados por 67 paneles que los sintetizan, junto a fotografías del autor, escritos y objetos que reflejaban su vida, como la maquina de escribir, ansiosa por seguir develando misterios; una reconstrucción del club de ajedrez donde se juntaba en La Plata, en cuyo centro hay una mesa de ajedrez con sus piezas, que esperan impacientes que alguna mano ansiosa comience su juego.
La muestra fue inaugurada el 7 de junio del pasado año, con motivo de conmemorar el día del periodista. El lugar elegido para dicho acto fue la facultad de comunicación y periodismo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), en homenaje al escritor argentino desparecido 30 años antes por la dictadura militar.
La muestra recorre toda la vida del autor hasta llegar a su punto final, la desaparición física del escritor. Digo física justamente porque a cada paso, con cada panel de la muestra parece estar allí, escondiéndose, jugando a las escondidas con el espectador, marcando el recorrido del túnel. Alguna vez leí que su mujer dijo que “en los 20 años que siguieron a Operación Masacre, la vida del escritor se fue enraizando cada vez mas con la historia del país, trazando con sus oficios terrestres y su compromiso político una trayectoria insobornable. Lo único que no cambio con Operación Masacre fue la cédula falsa a nombre de Norberto Pedro Freire que usó para protegerse. Veinte años después, el 25 de marzo de 1977, cuando lo emboscó el Grupo de Tareas, llevaba esa cedula. Sí, asesinaron a Freire, pero que Rodolfo Walsh se les escabulló una vez más. Por ahí lo veamos tomando notas por la Recoleta”. ¿Y saben una cosa? Cada vez estoy más segura de eso.

Noelia Santolini

Textos de y sobre Rodolfo Walsh

En este texto los autores analizan minuciosamente la investigación que Rodolfo Walsh llevó a cabo entre 1956 y 1957, y que confluyó en el libro Operación Masacre. Los autores analizan las áreas que componen el mítico libro; las personas, los hechos y la evidencia. A pesar de que el análisis se centra en una sola obra del escritor, nos muestra los rasgos básicos que llevaron a que se convirtiera en el primer libro de no-ficción publicado en Argentina.
La investigación de Walsh comienza el día en que llega a sus oídos la noticia de que “hay un fusilado que vive”. A partir de ese momento su vida cambiará completamente, y sin pensarlo creará la primera obra no ficcional de la Argentina. “Lo que este nuevo periodista va a emprender es la búsqueda de un saber a la que seguirá la revelación de la verdad con las publicaciones. El mas totalizador de esos escritos es ‘este libro’ que tenemos entre manos”
¿Por qué esta obra se considera no ficcional?, Por que en su escritura, el autor logró relatar un hecho policial real, que provocó una larga investigación, con elementos literarios. “La literatura esta presente no solo bajo la forma de recursos sino también en la explicita enunciación de lo literario como una practica que ha ido configurando las representaciones del autor”
Una de las formas que Walsh utiliza el genero literario es en la descripción detallada de cada uno de los personajes, formar el retrato de cada uno de ellos, asi como el espacio y los hechos, A lo largo del relato estará presente la narración “la narratio, relato de los hechos pertenecientes a la causa, ocupa en Operación Masacre una extensión inusual, como la prótesis argumentativa, construida en función de la prueba”.
Cuando al periodista le preguntaron porque no hizo una novela, el escritor contestó “yo creo que la denuncia traducida al arte de la novela se vuelve inofensiva, es decir, se sacraliza como arte. El documento, el testimonio, admite cualquier grado de perfección, en la selección, en el trabajo de investigación se abren inmensas posibilidades artísticas”
La cronica se basa fundamentalmente en la investigación previa que se haga del tema, Walsh en ese caso, a partir de que la noticia llego a sus oídos, comenzó su investigación, arriesgando su propia vida por ello, hizo entrevistas, busco a las victimas, estuvo copn ellos, se cambio el nombre se mudo de La plata, donde vivía, esa tarea confluyo en la obra maestra de la No-ficción Operación Masacre, “como resultado de los avances de su investigación, Rodolfo Walsh realiza recortes, amplia, da entrada a otras voces y al mismo tiempo propone nuevos pactos de de lectura a su auditorio”


Noelia Santolini

Escritores crónicos

En la actualidad la crónica se ha convertido en el comodín de los escritores y buenos periodistas (ya que no es necesario solo conocer la formula para hacer una noticia lo que te lleva a realizar buenas crónica, la crónica depende de un factor mas profundo, un análisis mas exhaustivo del tema a tratar), odiada y amada por muchos, es indudable que este “nuevo periodismo”, como algunos la llaman, a llegado para quedarse. ¿De que se trata este nuevo género bautizado bajo el nombre de crónica?
Según Paula Pérez Alonso “la crónica es un hibrido entre el periodismo y la literatura, que logra aumentar nuestra comprensión y conocimiento de un hecho determinado, porque hace visible lo invisible del mismo.”
A la hora de escribir una crónica, es necesario un gran trabajo de archivo, una investigación del tema al que se quiere hacer referencia. Aunque en el trabajo final la investigación no sea el protagonista, es la herramienta necesaria para que la historia que deseamos contar este sostenida, este bien argumentada, solo a través de una buena investigación, se puede lograr una buena crónica, sin la información necesaria para contar la historia, no hay historia.
No es solo el hecho de disfrazar las noticias narrativamente los que nos va a llevar a crear una crónica; una crónica exige la investigación y análisis del tema que se va a tratar. Es por ello que “la crónica nace entre nosotros indefectiblemente enlazada al descubrimiento de los desconocido (…) la crónica no viene con la conquista, es también la conquista”, la crónica es la conquista de lo desconocido, de lo que hasta ese momento no se conocía, o se conocía solo una parte.
La importancia que la crónica ha adquirido a lo largo de la historia no se basa solo en la posibilidad de presentar denuncias a través de ella, sino la forma en la que esta escrita, de modo tal que la escritura se convierte en el factor fundamental de la misma, y por medio del cual la denuncia se hace tangible.
En la actualidad, el genero no-ficcional, como también suele llamárselo, no solo se remonta al campo literario, sino que en estos últimos años también ha invadido el cine, el teatro y la fotografía. Sin embargo, sus inicios se remontaron al campo literario.
Este “hibrido” en sus comienzos no fue muy aceptado por el campo periodístico, aunque en la actualidad “la relación entre el periodismo y la literatura parece un tema liquidado”. Al respecto el cronista Martín Caparrós plantea la diferencia que había cuando el dio sus primeros pasos como periodista y la actualidad “hace décadas, cuando empecé a trabajar en periodismo, un cronista era el último escalón de la jerarquía de una redacción: el pibe nuevo que salía a la calle a buscar la información que después el redactor transformaría en noticia. Ahora, parece, hemos recuperado ese nombre para los cultores de este genero que nadie sabe definir: la crónica”

Noelia Santolini

La niebla que fue humo

¡Ay no lo puedo creer, el primer día sin humo!, me dijo Juana cuando llego a la oficina, quien siete días antes me comentaría su enojo con “el humo”. El día estaba hermoso, ningún rastro había quedado de aquellos días ahumados, todo volvía a la normalidad.
Todo comenzó el día 15 de abril, una semana antes de aquel episodio. Al despertar, como todos los días a las 6.15 de la mañana, me asomé por la ventana para ver como estaba el cielo, de repente lo noté, ¿Qué neblina que hay? Me dije a mi misma, sin embargo, le reste importancia en ese momento. Sin pensar que esa “neblina” como yo la llamaba, en realidad no era neblina, era humo, humo entrerriano.
El 15 de abril de 2008 Buenos Aires amaneció cubierta por una espesa nube de humo como consecuencia de la quema de pastizales en la zona del delta, en algunos sectores de la provincia de Buenos Aires y Entre Ríos. Esto llevó al cierre total de rutas, en especial la nacional 9. Hubo 292 focos incendiados, los cuales equivalen a 70.000 kilómetros.
Al llegar esa mañana a la oficina y luego de preparar el café; justo cuando su aroma comenzaba a invadir todo el lugar, llegó Juana.
Juana Larcade es una mujer de unos 50 años, es de aspecto severo y vos muy grave. Cuando se la ve, aparenta estar siempre enojada. Tiene los rasgos bien marcados, marcas que la vida y los años le han dejado. Nuestra relación comenzó el 10 de marzo de este año, día en el que comencé a trabajar orgullosamente en el Instituto de finanzas.
Al principio su seriedad me impresionaba, sin embargo, con el correr de los días note que su trato hacia mi era muy maternal, debe ser por la diferencia de edad que existe entre ambas.
¿Viste que asco lo del humo? A lo cual yo le pregunte ¿Qué humo? Ay nena, ¿no sentís el olor?, ¿No viste que no se ve nada? Fue en ese momento cuando me asome por la ventana del edificio, y la niebla, dejó de ser niebla para convertirse en humo, grandes bloques de humo que parecían derrumbarse sobre Buenos Aires.
Mis días luego de aquel episodio continuaron sin demasiados sobresaltos, sin embargo la gente en todos lados no dejaba de hablar del humo y sus consecuencias. En el colectivo, en la calle, en las noticias, todo y todos hacían referencia a este extraño suceso, que por azar o rotación del viento, inundó la ciudad. La gente en la calle se refería al tema como si fuera un suceso que jamás acabaría, como si la ciudad nunca volviese a ser la misma, sino que se convirtiera en un pueblo fantasma como en las películas de terror, inmerso en una bruma escalofriante. Como si el humo hubiese llegado para quedarse.
Y venos aquí, sentadas ella y yo frente a frente, tomando juntas un café y recordando la locura de esos días, a veces pienso que la gente es muy extremista, todos andaban con barbijos y cosas raras, ¿Que loco no?, tres días de humo y la gente enloquece.
Luego de unos instantes en silencio, cuando la borra del café comenzó a descubrirse, ambas, ella y yo, comprendimos que era hora de comenzar a trabajar.
Duda, ¿Juana sabrá leer la borra del café?, será tema para otra crónica.

Noelia Santolini