Según Wikipedia una crónica es obra literaria que narra hechos históricos en un orden cronológico, sus hechos se refieren en orden temporal que se define como una historia escrita por testigos presénciales y en donde se observan el orden de los acontecimientos en el tiempo, también se puede escribir en primera persona”. Sin embargo, ni Wikipedia ni ningún texto nos enseña a escribir crónicas, la crónica es un género en el que confluyen todos los sentimientos de los personajes que en ella participan.
Me gusta pensar que la crónica es un cuento, un cuento que relata hechos de la vida real, no fantasías, como pueden ser Blancanieves o La Cenicienta. Si no hechos que ocurrieron, historias que nos rodean. Como la crónica de Walsh, Operación Masacre, en la que se animó a denunciar los atropellos cometidos por el gobierno de Facto. O la de Carolina Reymúndez, Operación jaja, en la que se interna en el mundo de la tele para observar a esa clase marginada, llamada “reidores o clac”.
Como dice Tom Wolfe, el padre del Nuevo Periodismo, "Lo primero que tendría que hacer un novelista para ser mejor escritor es salir a la calle. Siempre es más interesante lo que pasa por fuera de la vida del novelista que sus propios traumas internos".
Creo que el cronista debe recorrer un largo camino hasta llegar a la crónica final, no solo investigar, sino saber que investigar y como resolver el problema del papel en blanco. Ya que ante tanta información uno puede perder el hilo de lo que desea contar y terminar haciendo una monografía sobre el tema investigado.
La crónica nos traslada a otro lugar, como en Alicia en el país de las maravillas, cuando ella se duerme y se traslada a un mundo fantástico. La crónica es igual, a través de sus líneas nos traslada al lugar exacto donde esta ocurriendo la historia. Nos convierte en testigos privilegiados del suceso que allí se relata.
“Me gusta pensar en la crónica periodística como un pedazo de mundo construido. Un mundo geográfico en el sentido más amplio de territorialidad: informativo, sensorial, literario, personal. En una crónica se debería poder disfrutar de la lectura, no solo por la necesidad de la información sino por el gusto de asomarse a ese mundo. Por eso, se busca un lenguaje distinto del que vemos en el periodismo diario, y se habla del cruce del género entre el periodismo y la literatura. En una crónica, la vida no es blanca o negra, los matices importan”, esto lo plantea Carolina Reymúndez, en el texto “La Argentina Crónica”, creo que es la opinión más acertada que encuentro de lo que significa una crónica.
El trabajo del periodista se basa en la investigación y la buena escritura, sin duda para que un crónica sea considerada como tal debe valerse de una buena escritura, debe haber descripciones, relatos, historia, personajes; Debe ser la vida misma plasmad en un pedazo de papel “una crónica periodística es una historia. Pero es una historia que condensa y resume un momento y un lugar. Es un catalizador, un aleph, en algún punto (…) las historias están allí para ser contadas. Cuanto más humanas y menos periodísticas sean, mejor contarán la vida y los de devenires de las personas”
La crónica se basa en tomar los pequeños momentos de la vida de las personas, lo pequeños sucesos son los que muestran la realidad de los hechos. Las cosas simples son las que nos muestran la realidad, “el cronista mira, piensa, conecta para encontrar lo que merece ser contado. Y trata de descubrir a su vez en ese hecho lo común: lo que puede sintetizar el mundo. La pequeña historia que puede contar tantas. La gota que es el prisma de otras tantas”
Sin embargo, no se puede caer en pensar que escribir una crónica es sólo adornar con palabras bonitas un texto, todo lo contrario, para poder lograr que la crónica es necesario de un intenso trabajo de campo, como dice Kapuscinski “ hay que investigar, y observar hasta conocer con profundidad la cultura que se pretende abordar, y leer todo lo que este al alcance y más también, antes de ponerse a pensar de qué forma esos datos serán volcados sobre la computadora o el papel (…) conviene conocer lo mas posible lo que se aunque se vaya a contar poco.” O Maria Moreno “la crónica exige una profunda investigación y compromiso con le tema y además porque si fuerza no está en ninguna denuncia sino en como esta escrita”.
En síntesis, la crónica es el espejo de Blancanieves, espejo que nos muestra la realidad de los hechos que nos rodean
Noelia Santolini
Me gusta pensar que la crónica es un cuento, un cuento que relata hechos de la vida real, no fantasías, como pueden ser Blancanieves o La Cenicienta. Si no hechos que ocurrieron, historias que nos rodean. Como la crónica de Walsh, Operación Masacre, en la que se animó a denunciar los atropellos cometidos por el gobierno de Facto. O la de Carolina Reymúndez, Operación jaja, en la que se interna en el mundo de la tele para observar a esa clase marginada, llamada “reidores o clac”.
Como dice Tom Wolfe, el padre del Nuevo Periodismo, "Lo primero que tendría que hacer un novelista para ser mejor escritor es salir a la calle. Siempre es más interesante lo que pasa por fuera de la vida del novelista que sus propios traumas internos".
Creo que el cronista debe recorrer un largo camino hasta llegar a la crónica final, no solo investigar, sino saber que investigar y como resolver el problema del papel en blanco. Ya que ante tanta información uno puede perder el hilo de lo que desea contar y terminar haciendo una monografía sobre el tema investigado.
La crónica nos traslada a otro lugar, como en Alicia en el país de las maravillas, cuando ella se duerme y se traslada a un mundo fantástico. La crónica es igual, a través de sus líneas nos traslada al lugar exacto donde esta ocurriendo la historia. Nos convierte en testigos privilegiados del suceso que allí se relata.
“Me gusta pensar en la crónica periodística como un pedazo de mundo construido. Un mundo geográfico en el sentido más amplio de territorialidad: informativo, sensorial, literario, personal. En una crónica se debería poder disfrutar de la lectura, no solo por la necesidad de la información sino por el gusto de asomarse a ese mundo. Por eso, se busca un lenguaje distinto del que vemos en el periodismo diario, y se habla del cruce del género entre el periodismo y la literatura. En una crónica, la vida no es blanca o negra, los matices importan”, esto lo plantea Carolina Reymúndez, en el texto “La Argentina Crónica”, creo que es la opinión más acertada que encuentro de lo que significa una crónica.
El trabajo del periodista se basa en la investigación y la buena escritura, sin duda para que un crónica sea considerada como tal debe valerse de una buena escritura, debe haber descripciones, relatos, historia, personajes; Debe ser la vida misma plasmad en un pedazo de papel “una crónica periodística es una historia. Pero es una historia que condensa y resume un momento y un lugar. Es un catalizador, un aleph, en algún punto (…) las historias están allí para ser contadas. Cuanto más humanas y menos periodísticas sean, mejor contarán la vida y los de devenires de las personas”
La crónica se basa en tomar los pequeños momentos de la vida de las personas, lo pequeños sucesos son los que muestran la realidad de los hechos. Las cosas simples son las que nos muestran la realidad, “el cronista mira, piensa, conecta para encontrar lo que merece ser contado. Y trata de descubrir a su vez en ese hecho lo común: lo que puede sintetizar el mundo. La pequeña historia que puede contar tantas. La gota que es el prisma de otras tantas”
Sin embargo, no se puede caer en pensar que escribir una crónica es sólo adornar con palabras bonitas un texto, todo lo contrario, para poder lograr que la crónica es necesario de un intenso trabajo de campo, como dice Kapuscinski “ hay que investigar, y observar hasta conocer con profundidad la cultura que se pretende abordar, y leer todo lo que este al alcance y más también, antes de ponerse a pensar de qué forma esos datos serán volcados sobre la computadora o el papel (…) conviene conocer lo mas posible lo que se aunque se vaya a contar poco.” O Maria Moreno “la crónica exige una profunda investigación y compromiso con le tema y además porque si fuerza no está en ninguna denuncia sino en como esta escrita”.
En síntesis, la crónica es el espejo de Blancanieves, espejo que nos muestra la realidad de los hechos que nos rodean
Noelia Santolini
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