domingo, 13 de abril de 2008

Agostina Valente, Retrato de una bostera de pura raza

En un primer momento, al comenzar la conversación, Agostina se mostró muy inquieta, pero a la vez expectante por lo que podría ocurrir a lo largo de nuestra charla, sin embargo con el correr de los minutos nos fuimos distendiendo. Comenzamos por lo más elemental, es decir, los datos más superficiales de nuestra vida, como los nombres de nuestros padres y el lugar donde vivíamos, aunque luego el diálogo se fue enriqueciendo.
Agostina Valente tiene 22 años, el 21 de septiembre cumple los 23, desde hace tres meses esta sin trabajo y aunque esta en búsqueda de nuevos horizontes laborales, confesó, desde el principio de charla, que prevalece el estudio por sobre el trabajo. En el mismo se desempeñó como ayudante de eventos, aunque no se mostró muy conforme con el puesto.
Desde su nacimiento Agostina vivió en el mítico barrio de la Boca, cuna de una magia muy especial, y como no podía ser de otra manera es hincha del cuadro que lleva el nombre del barrio al que pertenece.
Su vida no ha tenido demasiados sobresaltos, es la clásica vida de una chica porteña, vive con sus padres y su hermana. Andrea, su madre, es maestra, mientras que Luis, su padre, trabaja en una astillero. Por su parte, su hermana Georgina, dos años mayor que ella, es profesora de educación física. Y aunque ella es amante de los deportes, principalmente del hockey, decidió darle a su vida un giro más intelectual.
A medida que la charla fue prosperando y nosotras nos fuimos distendiendo, dejamos de lado las superficialidades y nos adentramos en el tema de fondo que nos interesaba, nuestras vidas universitarias y nuestra relación con la carrera que compartimos.
Desde hace dos años Agostina estudia la carrera de comunicación social en la Universidad de Quilmes (UNQ), la cual conoció gracias a Karina, una amiga que estudiaba en dicha institución; de manera cómplice y casi en secreto Agostina me confesó haberse enamorado de la UNQ desde el primer momento.
Este año Agostina comenzó a cursar la Licenciatura en Comunicación y es en este punto donde realmente puede comprobar que la carrera realmente le gusta, ya que esta cursando materias de periodismo. Ella noto la diferencia abismal que existe entre la

Diplomatura y la Licenciatura, ya que la primera “es una mezcla de materias que brindan la base y nos preparan para lo realmente importante” confesó Agostina.
Retrocediendo unos pasos, me interesó indagar un poco mas sobre su gusto por el periodismo. Si bien cuando termino el colegio en el Instituto Simón Bolívar de San Telmo, Agostina deseaba comenzar la carrera de periodismo deportivo, debido a su apasionamiento por los deportes, pronto comprendió que la misma era una carrera considerada casi exclusiva para el género masculino, por lo cual desistió en su idea.
Sin embargo lejos de alejarse del periodismo para siempre, su interés por él género periodístico la llevo a subir a su auto, tomar la autopista Buenos Aires- La Plata, a bajar en el acceso que conduce a la ciudad de Bernal y a descubrir un lugar, hasta ese momento desconocido para ella, donde casualmente, y para su sorpresa, se dictaba una carrera íntimamente relacionada con el periodismo, bautizada bajo el nombre de Licenciatura en Comunicación Social. Desde ese día Agostina Valente forma parte del “staff” de alumnos caratulados como estudiantes de comunicación de la Universidad Nacional de Quilmes

Noelia Santolini

No hay comentarios: